Me siento agobiada. La sensación
me asfixia y lloro. Se acelera mi corazón y a veces siento que no puedo
respirar. Esto me pasa en ocasiones y aunque salgo de ese estado, relativamente
rápido, no me gusta estar en él. Le doy
vueltas a los pensamientos en mi cabeza y consigo agobiarme aún más. Siento una presión en el pecho que necesito
sacar...entonces lloro.
Me ocurre cuando estoy estresada
y cansada. La mezcla de las 2 cosas me produce una especie de ansiedad. Lloro
un rato y hablo conmigo misma. Si no
tengo a nadie cercano para contarle lo que siento entonces lo digo en voz alta
con la voz quebrada y entre lágrimas. Me ayuda escuchar mi propia voz fuera de
mi cabeza porque es como si me lo estuviera diciendo mi otro yo a mí misma. Eso me tranquiliza. De repente me distraigo haciendo otra cosa
pero enseguida la sensación regresa y empieza el ciclo otra vez.
¿Pero porque me siento estresada?
Ahora mismo me preocupa el espectáculo de teatro que haré la próxima semana. De
hecho intento no preocuparme y relajarme al respecto pero hoy, justo hoy, me
cuesta. Quiero que salgan las cosas
perfectas. Me siento presionada. ¿Por quién?
Por mi misma. Pongo una carga sobre mis
hombros que, a momentos, es insoportable. Quiero contarle a alguien,
expresarlo, sacarlo de mí. Pero en realidad lo que necesito es estar sola. Necesito hacer las paces conmigo misma.
Necesito decirme que no es necesario ser perfecto. Me lo repito todo el tiempo. “No es tan
importante. No te preocupes. Si no sale bien
no hay problema.”
La verdad es que el querer hacer las cosas perfectas me
molesta pero a la vez me molesta no hacer las cosas bien. A veces quisiera que no me importara tanto y
que en los momentos cuando me siento así, mi cuerpo y mi cabeza dejaran mis
miedos de lado. Me atacan los monstruos
de mi inseguridad y empiezo a dudar. Tengo miedo a ser aburrida, gris,
o sosa en escena y quiero hacer todo muy bien; actuar, bailar, cantar. Sin
embargo querer llegar a esa perfección artística me bloquea. Sé que lo perfecto aburre y si creo en que hay
que hacer las cosas lo mejor posible pero hasta que punto hay que presionarse
uno mismo. ¿Cómo encuentro el equilibrio entre querer y hacer las cosas bien
sin llegar a agobiarme por ser perfecta?
Voy aceptando la imperfección un
poquito cada vez pero es verdad que a ratos, como en el que me siento ahora
mismo, la idea de controlar, de querer que salga todo perfecto por el miedo al que
pensaran, al juicio, a las expectativas etc... Vuelve a agobiarme.
Mientras escribo esto me empiezo
a sentir más tranquila. Ahora respiro.
Dejo de sentir mi propia presión
en el pecho y empiezo a dejar de llorar.
Me relajo, me pongo de pie y me miro al espejo.