Monday, April 15, 2019

Cuestion de juicio




El domingo pasado tuve que desnudarme para un cortometraje que estoy realizando. Cuando el director me hizo la propuesta, hace unos meses, por instinto le dije que sí.  Después, cuando entro mi cabeza a racionalizar la situación, empecé a dudar y cuestionar todo. Pensé que mejor no debería hacerlo. No era algo que necesitara a nivel profesional, y empecé a justificar de mil maneras porque era una mala idea.  Pasaron los días y lo olvide. Lo guarde en un cajón porque sabía que faltaban muchos meses para que llegara el momento y que incluso quizá no llegaríamos a hacerlo.

Sin embargo, llego el día y el director me dijo que teníamos que grabar ya la escena del desnudo.  En ese momento me empezó a doler la barriga y me sentí nerviosa. Yo le decía: “si claro, tu dime cuando” mientras por mi cabeza pasaban todos mis miedos e inseguridades. “No estoy en forma, tengo que ponerme a dieta, las próximas 3 semanas nada de pan, más abdominales y un largo etc.  La realidad era que en 3 semanas no iba a cambiar mucho, sobretodo no iba a cambiar una percepción de mi misma de muchos años.  Y no, no hice dieta en estas 3 semanas.

Los días previos al rodaje me sentía tranquila.  En realidad no quise enfocarme mucho en eso porque sabía que me comería la cabeza con auto juicios.  Cuando se me cruzaba algún pensamiento negativo o de miedo simplemente me repetía a mí misma que esto era importante para mí como artista. Era una forma de liberación y de descontrol que me viene bastante bien.  Ahora se había presentado la oportunidad y lo tenía que hacer. 

Llego el día y estaba relajada.  Ya había tenido tiempo de auto-convencerme de que no es tan importante. Es un cuerpo desnudo y que el miedo que yo pudiera tener era solo una invención en mi cabeza.  Tenía ganas de enfrentar ese miedo. Me sentía con fuerza y hasta entusiasmada de hacerlo porque sabía que sería un reto superarlo.  Estaba completamente tranquila y.... sucedió algo. ¡Se me adelanto la regla!  Y pensé: “¡además de la incomodidad del desnudo ahora esto!” No es mi mejor momento para desnudarme.  En esos días me siento 3 veces más gorda, me duele la barriga y estoy aún más sensible a cualquier crítica o juicio. Por un momento me sentí nerviosa y agobiada. Llore, lo hable y me tranquilice.  Tampoco era tan grave pero la verdad es que en secreto quería que me llegara un mensaje del director diciéndome que el rodaje se pospondría para otro día.  Ese mensaje no llego.
Lo que llego fue el domingo de rodaje y empezamos la mañana grabando escenas en donde estaba vestida.  Estaba bien y contenta por estar actuando y grabando.  Me encanta el ambiente que se crea; las luces, la cámara, la escaleta, los técnicos, la acción. Sabia que la escena del desnudo la haríamos por la tarde e intente no pensar en ella ni estar preocupada por como seria.  Me concentre en lo que estaba haciendo y en estar en el presente. 

Después de la comida llego el momento.  Por supuesto que comí poco. Algo no habitual en mí. No quería que se me inflara aún más la barriga.  Aparte de eso me sentí tranquila. Yo misma me sorprendí de lo relajada que estaba. Pensé que iba a estar más nerviosa o asustada. O que me iba a costar más quitarme el albornoz.  La verdad es que no tenía otra opción.  Ya me había comprometido, es parte del personaje, de la historia y además soy una profesional. Ya no había escapatoria así que lo acepte y simplemente me concentre en el momento.  Escuche “preparados” y de repente me encontré desnuda, de pies a cabeza, frente a la cámara. 

La primera toma estaba tensa. Temblaba un poco, más de frío que por otra cosa.  Casi, no respiraba.  Quizá inconscientemente no quería inflar la barriga.  No quería que se me viera panza mientras estaba desnuda.  No me acuerdo haberlo pensado en ese momento pero cuando el director dijo “corte” sí que me di cuenta de que tenía los hombros arriba y mi respiración estaba algo contenida.  Me relaje, respire más profundo e hicimos otras tomas.  Continúe grabando con la intranquilidad y emoción del personaje. No estaba preocupada de mi cuerpo ni de lo que pensarían de mí. Estaba completamente interesada y concentrada en la acción y lo que tenía que hacer el personaje.  Estuve bastante tiempo desnuda porque había diferentes planos que tenía que grabar.  Sorprendentemente me sentía muy bien. Estaba presente. No había juicio. Me estaba divirtiendo en la incomodidad.

No sé el resultado. No lo veré hasta la finalización del corto y quizá ahí me volveré loca con mis propios juicios. Ya se verá. Por el momento, me alegra haber hecho este desnudo porque me doy cuenta que a pesar del miedo que le tenia, lo hice.
Aceptar que tenemos miedos es importante y el reto esta en que no nos limiten. La idea es lograr una sana convivencia con ellos.  .


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